LA COMUNICACIÓN POSITIVA EN LA PAREJA
La palabra “comunicación” deriva del latín “communicare”, que significa “compartir algo, poner en común”. Hay una rama de la psicología, llamada “constructivismo” que postula que los seres humanos vamos construyendo nuestra realidad a través de nuestra comunicación con el mundo. Por tanto, construimos nuestras relaciones en base a “cómo nos comunicamos con los demás”.
En el ámbito de la pareja, todos valoramos la importancia de la comunicación. Y si además consideramos que en este periodo de vacaciones de verano la pareja tendrá más tiempo para compartir, es aún más importante establecer esa “buena comunicación”. Y planteo… ¿En qué consiste una “buena comunicación”? ¿En estar todo el tiempo hablando? No, en absoluto. No se trata de “cantidad”, sino de “calidad”. A mí me gusta diferenciar la “comunicación positiva” de la “negativa”.
La “COMUNICACIÓN NEGATIVA” se establece cuando pretendemos saber “todo” de nuestra pareja. Preguntar constantemente “¿En qué piensas?”, “Cuéntame todo lo que has hecho”, “Te has vuelto a acordar de tu ex?” invade el espacio personal de la pareja y va construyendo esta realidad en la pareja: control y desconfianza.
La “COMUNICACIÓN POSITIVA” se establece desde el respeto y la libertad de expresar lo que nos apetece compartir, sin dar poder a temas espinosos que no hacen sino potenciar el malestar en la relación. Algunas pautas para establecer esta comunicación positiva son:
– EVITAR GENERALIZACIONES COMO “SIEMPRE” /NUNCA. No es lo mismo decir: “Nunca me escuchas” que decir “A veces siento que no me prestas atención”.
– HABLAR SOBRE NUESTROS SENTIMIENTOS, sin atacar al otro. Por ejemplo, en lugar de decir “(Tú) vas a lo tuyo, no me das cariño” diríamos “(Yo) me siento triste cuando no me das un beso al llegar”.
– ALUDIR A COMPORTAMIENTOS CONCRETOS, NO A RASGOS DE PERSONALIDAD. Se trata de evitar decir: “Eres un desastre con tu ropa”, para decir “¿Podrías organizar la ropa de tu armario, por favor?”.
– EXPRESA LO QUE QUIERES, sin pretender que tu pareja lo adivine. El amor no trae incluida la capacidad de “leer la mente” de la pareja.
– CAMBIA LAS “QUEJAS” POR “DESEOS”. Así, por ejemplo, en lugar de decir: “Eres muy aburrido, no propones nada”, podrías decir “Me gustaría que hiciéramos algo distinto este fin de semana”.
– Y la regla de oro… PREMIA, REFUERZA. Se trata de agradecer y premiar los comportamientos que nos gustan de nuestra pareja: “Me encanta cuando me abrazas”, “¡Qué bien que has recogido todo!” De esta forma, ¡haremos que ese comportamiento se multiplique!
Estas pautas han demostrado ser muy eficaces, pero requieren de un entrenamiento. No olvidemos que la comunicación se establece como un hábito, y para cambiar ese hábito es necesario trabajarlo de forma consciente y constante.
Además, tampoco debemos pretender eliminar todos los conflictos en la pareja, ya que éstos forman parte de la convivencia. Se trata de aprender a resolverlos con una comunicación positiva y ¡crecer a partir de ellos!
Macarena says:
Totalmente de acuerdo, actualmente veo muchas parejas de jóvenes y no tan jóvenes con una comunicación negativa.
Adri says:
Gracias Monica por compartir y por tu ayuda . Q grande eres
un abrazo
manuel says:
Me ha gustado el artículo, cierto es, que muchas veces vamos a lo nuestro sin pensar en nuestra pareja.